Noche de Ronda

A pesar de lo bueno que era el coro de Julio Pardo y Antonio Miranda (aún no escribía Antonio Rivas), era muy difícil desbancar a ese otro gran coro que llegaba desde la Viña con su "Takatá chinchin pompom", que a la postre se llevaría el primer premio. Y el segundo, también por delante de esta "Noche de Ronda" fue el del "Imperio Inca" de las Niñas.
Los tangos comenzaban con una introducción sobre cómo les llegó la inspiración del tanguillo y como anécdota decir que desde este año, y hablamos de 1989, el coro de Julio Pardo ha pisado todas las finales del Falla, con lo que lleva 20 años consecutivos sin quedarse fuera.

Aún recuerdo a altas horas de la mañana como seguía la final, mi padre ya se iba al trabajo, y yo podía escuchar ese segundo cuplet que interpretaron que fue un verdadero lujo por su originalidad.

Gaditana de alma gitana
de piel morena, o blanca, o trigueña,
mezcla de tantas razas
como pasaron por nuestra tierra.
Apacible, serena , bella y sencilla,
como el mar de la playa
de la Caleta cuando está en calma,
y a veces huracán, viento y vendaval
contra mis murallas.
Gaditana con el poniente,
con levante, o con marejada,
con aguaje o marejadilla
te quiero niña con toa mi alma.
Gaditana, mi sinrazón
por ti pierdo la voluntad
yo sin ti no hubiera cantao
ni un sólo tango de carnaval.
Por ti la bandurria
se muere de celos
y si tú estás triste
hasta la guitarra pierde el compás.
Te he dicho mil veces
que por ti me muero
y te estaré rondando
de tarde, noche y de madrugá.
Del letrista la inspiración
y del músico eres la musa,
la pasión para el trovador
cuando tú con amor escuchas.
Ay, quién fuera la agüita clara
para besarte por las mañanas,
o el aire que juega
con tus enaguas, tan picarón.
Me tienes loco perdío, gaditana guapa,
Cuando se acabe la ronda
en tu balcón colgaré mi capa.