Claveles

Cuando uno encuentra de pronto artículos tan bien desarrollados sobran más palabras y por eso tomo parte de un artículo de Eugenio Mariscal para el "Aula Carnavalesca Gaditana":

Antonio Bonet, empezó a salir en agrupaciones carnavalescas con dieciséis años, en plenas Fiestas Típicas Gaditanas allá por el mes de Mayo de 1973. Y lo hizo como componente de la chirigota de Juan Rivero "Los Picapiedras". En esta agrupación, Antonio se empapa de los entresijos, ensayos y montaje de un grupo carnavalesco. Al año siguiente, 1974 ya desea sacar una chirigota pero desiste por no encontrar apoyo. Pero en 1975 se atreve a escribir y a ponerle música a la chirigota "Los Chicos de pueblo", esta agrupación llevaba la dirección de José Luis Picardo. Al año siguiente (1976), escribe junto a José Alconchel Lucas "Los Chavales de otro tiempo", Antonio compone también la música de la agrupación mientras que la dirección es de José Rodríguez. Antonio ve que no rompe como autor y decide de nuevo salir como componente en la chirigota "las Danzarinas locas" cuya autoría en letra y música era de Juan Rivero.

En 1981 sale como componente de la comparsa los "Vendimiadores andaluces", y lo hace tocando la guitarra. Esta Comparsa llevaba letra de un grande del Carnaval de la Isla, José María Ramos Borrero (Pepe Requeté) y la música de un joven prometedor Jesús Lebrero Urri. Que gran Comparsa, de las de ante, de pellizco y sentimiento y con una gran dirección de Felipe Rivero Varéla. Obtuvieron un Primer Premio Provincial en el Gran Teatro Falla.

Pero en 1982 y a petición de unos amigos de Conil, Antonio pone letra junto con Manuel Nieto Añino a una bonita Comparsa "Claveles", él también compone la música, dirigiéndola Diego Guerrero. En el Concurso Oficial obtiene el respaldo del público, con un quinto premio muy merecido.


Como un trozo del azul inmenso cielo,
un murmullo de la gran intensa mar,
un piropo echo canción y un te quiero,
pa decirte tierra mia,
que me tienes noche y día
embrujao por tu querer.
El calor que tú me das
no se lo llevará el viento
ni aunque fuera un huracán
porque te llevo muy dentro.
Eres un rincón lleno de ilusión,
ay, cuanto te siento.
Ay , claveles, claveles, claveles,
tus mujeres al caminar
con esa gracia tan juncal
tan fina y señorial
son ramilletes de claveles.
Tacita, plateada por el sol
bañada por la mar,
las penas tú me quitas.
Salero, tú tienes clase y salero
y eres como un velero
que se aleja en alta mar.
Canciones, con aromas del estero,
con tu ambiente callejero,
por eso te quiero
y por ti me muero
¡carmaval!.