
Por petición de Chary ponemos el pasodoble de la comparsa de Juan Carlos Aragón, semifinalista en el concurso de agrupaciones de 2009, y que precisamente fue el que interpretaron en el pase de semifinales. Un pasodoble muy duro contra el actual gestor del Cádiz y reivindicando esos maravillosos años donde se podía ver al Cádiz en primera división.
En el centro del mundo de mi fantasía
subiéndome el calzón y amarradas las botas,
mirándome al espejo con una pelota
soñaba que mi equipo al final ganaría,
y yo sería el que levantara la Copa.
Y en el centro del mundo que era aquella cancha,
abandonada al sol, a la lluvia y al viento,
se me fue convirtiendo el Estadio Carranza
en mi segunda casa y primer monumento.
Mi corazón, más grande que mi pecho,
retumbaba al ver saltar
a Carvallo, a Mágico, a Mané, a Dieguito y Mejías.
Y mi garganta más grande que el alma
reventaba hasta no poder más
y ese equipo no bajaba nunca de categoría.
Mi corazón, mi pecho y mi garganta …
Y con aroma a Cohiba, la grada hasta arriba,
sonaba el silbato, y empezaba un rato
que no olvidaré.
Los que llevaban la radio, por los vestuarios
gritaban al árbitro lo que callaban contra su mujer.
Eran las cinco,
a las cinco de la tarde,
las banderas de la gloria y la victoria iban a ondearse.
Y religiones nunca fueron necesarias,
que en quinientos escalones todo se nos perdonaba.
Que en quinientos escalones todo se nos perdonaba.
Y por eso cuando vi a mi retoño vestido
de azul y de amarillo, contento y feliz,
me acordé de lo que han sío,
desde que he nacío, esas cosas pa mí.
Y si hay dioses yo les rezo pa ver si me oyen
y que hagan un milagro mirando pa acá.
Se vaya el bizco ya al carajo pa su pueblo
y que bajen del cielo a Manuel Irigoyen.
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