sábado, 28 de noviembre de 2009
Los comparsistas se la dan de artistas
Por petición de Chary ponemos el pasodoble de la comparsa de Juan Carlos Aragón, semifinalista en el concurso de agrupaciones de 2009, y que precisamente fue el que interpretaron en el pase de semifinales. Un pasodoble muy duro contra el actual gestor del Cádiz y reivindicando esos maravillosos años donde se podía ver al Cádiz en primera división.
En el centro del mundo de mi fantasía
subiéndome el calzón y amarradas las botas,
mirándome al espejo con una pelota
soñaba que mi equipo al final ganaría,
y yo sería el que levantara la Copa.
Y en el centro del mundo que era aquella cancha,
abandonada al sol, a la lluvia y al viento,
se me fue convirtiendo el Estadio Carranza
en mi segunda casa y primer monumento.
Mi corazón, más grande que mi pecho,
retumbaba al ver saltar
a Carvallo, a Mágico, a Mané, a Dieguito y Mejías.
Y mi garganta más grande que el alma
reventaba hasta no poder más
y ese equipo no bajaba nunca de categoría.
Mi corazón, mi pecho y mi garganta …
Y con aroma a Cohiba, la grada hasta arriba,
sonaba el silbato, y empezaba un rato
que no olvidaré.
Los que llevaban la radio, por los vestuarios
gritaban al árbitro lo que callaban contra su mujer.
Eran las cinco,
a las cinco de la tarde,
las banderas de la gloria y la victoria iban a ondearse.
Y religiones nunca fueron necesarias,
que en quinientos escalones todo se nos perdonaba.
Que en quinientos escalones todo se nos perdonaba.
Y por eso cuando vi a mi retoño vestido
de azul y de amarillo, contento y feliz,
me acordé de lo que han sío,
desde que he nacío, esas cosas pa mí.
Y si hay dioses yo les rezo pa ver si me oyen
y que hagan un milagro mirando pa acá.
Se vaya el bizco ya al carajo pa su pueblo
y que bajen del cielo a Manuel Irigoyen.
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