Los guardas del Coto doña Paca

Nos faltaba de 1982 una chirigota finalista, que obtuvo el quinto puesto por detrás de Los cruzados mágicos, Chichitos y Cotufas, Los de la tercera edad de verdad y Los naranjitos, nos referimos a la chirigota de Paco Campos y Antonio Torres: Los guardas del Coto doña Paca.

De Antonio Torres podemos saber un poco más en este sensacional artículo (pinchar aqui), en el cual sabemos (en la modalidad de chirigotas que es la que nos ocupa ahora mismo) lo siguiente: "Es en la modalidad de chirigota donde Antonio alcanzó la mayor gloria, compartiendo muchas veces la autoría de las agrupaciones con Agustín González Rodríguez “Chimenea”. Asimismo colaboró con autores de la talla de Paco Alba, Ramón Díaz Gómez “Fletilla”, etc, etc... En el año1958 escribe la chirigota “Los Hombres de la edad de piedra”, al año siguiente “Los Tontos de pueblo”, “Los del Tic” en 1960, esta agrupación la descalificaron, por entender el jurado que con su tipo estaban insultando a las personas que tienen este defecto. En 1961 compone para “Los Afiladores de Orense”. En 1972 una muy buena chirigota “Los Pitirolos”, en 1973 “Los Tunos Tunantes”, “Los Cabo Cola” y “Los Bardos” en 1974, “Los Vampiros Tajarinas” en 1981, “Los Guardas del Coto de Doña Paca” en 1982, “Los Matemáticos” en 1983, “Los Willy Fog” en 1985 y “Los Gitanos de la cabra” en 1986."


Tenemos muchas y muy buenas letras al Ilustre alcalde de Cádiz Fermín Salvochea y esta chirigota nos dejó uno y bastante reivindicativo, pidiendo un monumento al "alcalde de los pobres", como se le nombra en más de una ocasión.

A los pueblos les dan su fama y gloria
los hombres que día a día van escribiendo
capitulos brillantes de su historia,
a ellos se les erigen monumentos
que quedan para la posteridad,
son hombres que brillan por su talento
o que entregan su vida a un ideal.
En Cádiz por citar varios tan sólo
tenemos a Moret y a Castelar
el del gran Don Cayetano del Toro
y el busto que en su día se hizo a Pemán.
Al lado de estas figuras nativas
los hay que no son de nuestro suelo:
el caso de San Martín y Bolivar
y Fray Domingo de Silos Moreno.
También tenemos el de Blas Infante
en ese jardín que su nombre lleva,
pero falta un monumento en Cádiz
de un hombre que fué martir de una idea,
aquel que fuera "padre de los pobres"
y que se llamó Fermín Salvochea.