martes, 24 de enero de 2012


Almejitas a la marinera


No ha sido el primero y quizás, lo más seguro, es que no sea el último homenaje a una persona entreñable en el mundo del carnaval gaditano y del que sólo se escuchan palabras de cariño y admiración de todos los que lo conocieron. Y es que el Petra ha dejado un gran vacío que los autores están tratando de llenar con pasodobles como el que pondré ahora.

Almejitas a la marinera representa a la chirigota clásica, a la de siempre, con la autoría de Rafael Valero Castellón y José castellón Pareja. La dirección de Manuel Castellón Pareja.

En carnavaldecadiz.com le dedican un artículo en el que se puede leer lo siguiente:" Letra a resaltar, el segundo pasodoble de la chirigota 'Almejitas a la marinera’. No porque sea una letra polémica, ni de crítica. No porque busque la lágrima fácil, ni porque haga denuncia social. Quizás no levante el vello, pero está escrita desde el corazón, desde el más puro sentimiento y ejecutada de una manera magistral sobre las tablas. Un pasodoble que ha jugado entre sus líneas, de un modo casi imperceptible para el aficionado, con versos que hacían un recorrido por la trayectoria carnavalesca de la persona a la que homenajeaban. Admirable el ritmo, a golpe absoluto de caja y bombo como anunciaban al principio del pasodoble (“Con bandera a media asta y sin guitarras…'), que adorna a las voces que se dedican en estos escasos tres minutos a tener un recuerdo muy sentido para uno de los grandes de la fiesta, que nos dejó hace poco: el Petra."

Y en diariodecadiz.es: "El repertorio toma color con los pasodobles. Un vaivén hermosísimo y con mucho soniquete mece la barquita de estos dos piropos bien interpretados."

Con bandera a media asta
y sin guitarras
quisiera rendirle honores
al que fuera un gran patrón.
Que incluso cuando el barco
se iba a pique
jamás abandonaba su timón.
Y junto al comandante Carapalo
cuántos mares lo surcaron
con toa su tripulación
llevando por bandera el 3x4
dejando en cada puerto
clavaito el pendón.
Nunca jamás se saltó la vigilia,
él queria que su barco
fuese un retrato familia.
Él sabía darle su sitio a su gente
prefería doce golfus
que doscientos confidentes.
Lo mismo a bordo llevaba un bebé
que salpicaba las olas
con su amigo el Santander.
Don Carnal era su padre, su ilusión,
doña Cuaresma su madre, su pasión,
y la reina de los mares
era Cádiz, como no,
a la que un dia le juró
yo contigo y hasta que
la muerte nos separe.

1 comentario:

Manuel dijo...

Para mi gusto (ya se que yo de esto no se nada) una de las mejores chirigotas hasta el dia de ayer, con buena musica y con gracia en los cuples y popurrit. Lo que me gustaria que alguien me aclara es porqué el Diario lo puntua con 220 puntos y el Jurado del mismo, 217.

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