En 1992, Antonio Martin y Antonio Burgos fueron los responsables de llevar al Teatro Falla al Coro de la Viña. Un tercer premio al que para mi gusto fue el mejor tanguillo que se escuchó en ese año.
Qué linda te veo mi tierra
desde esta sublime altura,
pues como vengo volando
te veo este año
como un pañuelo, como un pañuelo.
Volando te veo tan bella,
qué linda está tu blancura,
por eso, vuela volando,
te canto un tango
que es de altos vuelos, que es de altos vuelos.
Enmedio de la Bahía
por ná yo te cambiaría,
Cádiz, qué lindo primor,
loco yo me he vuelto contemplando
tu Castillito y tu Faro cuando está cayendo el sol,
Tu Campo del Sur, tu Catedral,
qué linda estás tú, bella ciudad,
cuando veo que el aire
te está besando, te está besando,
Y hasta celos me da el pequeño gorrión
que anidó en las ruinas
del Balneario, del Balneario,
Y aunque tengo más color con él me rifaba yo
que siento envidia, que siento envidia,
por Cádiz poder volar
y en Candelaria anidar
o en Plaza Mina, o en Plaza Mina.
Y si tengo que partir
y a aquellas tierras lejanas
con mis plumas regresar,
un gorrión de Cádiz ser yo quiero
volar libre por tu cielo
mis plumas mojá en tu sal,
ser la más humilde gaviota
pá pelá la pava contigo a solas
sobre las olas, sobre las olas,
sobre las olas, sobre tu mar.
Aunque en el video que dejo no se puede escuchar este tango, sí que podremos disfrutar de otros dos además del resto de la actuación.
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