En 1978 comenzaba Julio Pardo su andadura por el Carnaval y nos traía un coro, Los aspirinos, y muchos primeros premios, más que nadie en la reciente historia del carnaval. Del comentado coro os ponemos un tanguillo.
A la tierra donde me crié
un piropo quiero dedicar,
y borrar el amargo sabor
de otros cantos
que denuncian lo que es la verdad,
pero que parecen olvidar
"to' lo bueno de nuestra ciudad.
Divagando.
Eres un museo de joyas infinitas
como jardín celestial.
Siempre a la paz invitas.
Tu alma por ser marinera
tiene el encanto de un gran velero.
Hermosas son tus paredes.
Guardando historia de mil trienios.
Archivo de grandezas, tierra sin par
cuna de la hidalguía, y la libertad
que a pesar de tus años, conservarás.
La solera de un pueblo, de calidad.
Porque el gaditano
ha sido grande y grande será.
Cuando el Señor terminó
todo el mundo de pintarlo
los pincelíllos que usó
aquí se puso a limpiarlos.
De tal limpieza salió
belleza tan colosal.
Y al fin para terminar
en el jardín colocó
la gracia que la faltaba
pintando un grupo de gaditanas
y así pude responder
al que me lo preguntó:
Bendita sea la madre
que en esta tierra a mí me parió.
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