En "La Andalucía de mis coplas" aparece lo siguiente: "Ese año estaba yo con Pedro Trujillo cuando el nombre nació en la Caleta de Cádiz, en la misma Caleta. Contemplábamos extasiados en la noche su belleza por enésima vez, aunque parezca un tópico, apoyados en su barandilla con un tinto en la mano y Pedro, Catalán Chico, un enamorado a su manera de la Caleta, me dijo: `Antonio este merece una comparsa con algún título así como Embrujo Caletero o no sé qué´. A lo que le contesté: `No, Caleta, sencillamente Caleta, porque queremos lo nuestro.´
Si alguna vez usted padece mal de amores,
o malos presagios de una enfermedad le viene,
y no encuentra cura en los sabios doctores,
no se desespere, no se desespere.
Vaya a la Caleta una noche cualquiera,
verás que es igual que un sedante,
la brisa fragante que desprende el cielo,
pasee por su orilla, donde tantas barcas
esperan remansas a sus marineros.
Siga usted el consejo de un caletero viejo,
contemple el firmamento
cuando la luna clara
baja hasta su playa
pa bañar su bucles de plata en la aguas.
Alucine un momento,
y escuchará un concierto bajo las estrellas,
cantos de sirenas, sirenas del alba,
Piérdase usted en el mundo de su fantasía
y beba hasta embriagarse de tanta hermosura.
Dialogue con la noche, llore, ria y goce,
pierda los sentíos,
si después de esto sigue usted funesto pobre amigo mio,
muérase tranquilo que su enfermeá no tié cura.
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