miércoles, 2 de junio de 2010
La revolución
Haciendo "youtubing" matutino (gran deporte) di con este video que me transportaba a esos años donde Antonio Martínez Ares nos deleitaba con grandísimas comparsas y en donde nos tocaba el alma de esa forma como solo hacen los grandes maestros en un tema muy pero que muy delicado.
Corría 2002 y Ares en la segunda línea de su comparsa nos obsequiaba con unos pasodobles de los cuales les traigo el siguiente:
Dime por qué me desprecias
este plato de comida,
dime por qué me vomitas
el fantasma de tus huesos.
Dime por qué veo a mi niña
tan extraña y tan perdida
que no encuentra la salida
del circo de los complejos.
Otro cuerpo, otras manos,
otras piernas, otro pelo,
otra talla más pequeña
pa que explote el corazón,
tiene catorce años
y se alimenta del aire
y es más vieja que su madre,
la made que la parió.
Princesa, se me muere mi princesa
de apretarse la cintura
rebuscando la hermosura
de la hembra más perfecta.
En sueños, ella se imagina en sueños
paseando sus caderas
y no ve la pasarela
que la lleva pal cementario.
Ayer mismo entré en su cuarto,
ella estaba sentá,
vi la sombra de sus años
y me puse a llorar,
se retocaba los labios
y se pintaba un lunar
en su cara moribunda.
Vida mia, le supliqué, vida mia,
es muy tarde hay que dormir,
deja ya de sufrir,
buenas noches princesita.
Ay, no me apagues la luz,
espejito dime tú,
quién es la más bonita ...
di quién es la más bonita.
Etiquetas:
2002,
Antonio Martinez Ares,
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